Las crisis financieras siempre estallan cuando la gente menos lo espera. La tormenta económica que arrasó el mundo en 2008 parece haber sido ayer, y hoy, la economía estadounidense enfrenta nuevos desafíos. En la reciente conferencia de Aspen, dos figuras pesadas que alguna vez dirigieron el Tesoro de EE. UU. —Paulson y Geithner— advirtieron de manera coincidente sobre la situación económica actual de EE. UU.
Paulson no dudó en señalar que el impulso del endeudamiento del gobierno de EE. UU. parece haber salido de control, y que este camino podría llevar a peligrosos territorios desconocidos. Predijo que una nueva crisis podría estallar en un plazo de seis meses a seis años; aunque el momento es difícil de precisar, la llegada de la crisis parece ser un hecho consumado.
Aunque Geithner cree que el mercado aún mantiene cierta confianza en la economía estadounidense, está más preocupado por el entorno político en Washington. Señala que el estancamiento político está amenazando algunos de los factores clave que mantienen la estabilidad de la economía estadounidense, como el control del déficit, el mantenimiento del estado de derecho y la garantía de la independencia de la Reserva Federal. Estos factores son la piedra angular de la credibilidad de la deuda pública de EE. UU., y una vez que se debiliten, las consecuencias pueden ser inimaginables.
Los dos exsecretarios del Tesoro también mencionaron específicamente los efectos negativos de la alta política arancelaria. Paulson cree que esta política distorsiona el mercado y es perjudicial para el desarrollo positivo de la economía. Geithner fue más directo al llamarla "el veneno que corroe la manufactura estadounidense". Coinciden en que, a pesar de que los fundamentos de la economía estadounidense son sólidos, esta política sin duda está creando problemas innecesarios para sí mismos.
Es importante señalar que ambos expertos enfatizaron la importancia de mantener la independencia de la Reserva Federal. Advirtieron que cualquier intento de intervenir en las decisiones de la Reserva Federal podría tener graves consecuencias.
Frente a estos desafíos, el futuro de la economía estadounidense genera preocupación. Aunque Estados Unidos tiene una fuerte capacidad económica, cómo resolver la enorme deuda, equilibrar las diferencias políticas y formular políticas económicas sensatas serán factores clave que determinarán si puede evitar una nueva crisis económica.
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PermabullPete
· 08-06 05:52
Otro emperador de la profecía máxima
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quiet_lurker
· 08-06 05:50
La economía se ha colapsado, ¡acumula sal rápido!
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BlockchainBard
· 08-06 05:49
El imperio americano va a caer otra vez.
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SmartContractRebel
· 08-06 05:41
Es realmente lamentable.
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LongTermDreamer
· 08-06 05:37
¿Crisis? Tres años alcista. Comprar la caída y Todo dentro.
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ShadowStaker
· 08-06 05:37
la optimización de rendimiento está muerta de todos modos... ¿acaso ahora están notando el riesgo sistémico? smh
Las crisis financieras siempre estallan cuando la gente menos lo espera. La tormenta económica que arrasó el mundo en 2008 parece haber sido ayer, y hoy, la economía estadounidense enfrenta nuevos desafíos. En la reciente conferencia de Aspen, dos figuras pesadas que alguna vez dirigieron el Tesoro de EE. UU. —Paulson y Geithner— advirtieron de manera coincidente sobre la situación económica actual de EE. UU.
Paulson no dudó en señalar que el impulso del endeudamiento del gobierno de EE. UU. parece haber salido de control, y que este camino podría llevar a peligrosos territorios desconocidos. Predijo que una nueva crisis podría estallar en un plazo de seis meses a seis años; aunque el momento es difícil de precisar, la llegada de la crisis parece ser un hecho consumado.
Aunque Geithner cree que el mercado aún mantiene cierta confianza en la economía estadounidense, está más preocupado por el entorno político en Washington. Señala que el estancamiento político está amenazando algunos de los factores clave que mantienen la estabilidad de la economía estadounidense, como el control del déficit, el mantenimiento del estado de derecho y la garantía de la independencia de la Reserva Federal. Estos factores son la piedra angular de la credibilidad de la deuda pública de EE. UU., y una vez que se debiliten, las consecuencias pueden ser inimaginables.
Los dos exsecretarios del Tesoro también mencionaron específicamente los efectos negativos de la alta política arancelaria. Paulson cree que esta política distorsiona el mercado y es perjudicial para el desarrollo positivo de la economía. Geithner fue más directo al llamarla "el veneno que corroe la manufactura estadounidense". Coinciden en que, a pesar de que los fundamentos de la economía estadounidense son sólidos, esta política sin duda está creando problemas innecesarios para sí mismos.
Es importante señalar que ambos expertos enfatizaron la importancia de mantener la independencia de la Reserva Federal. Advirtieron que cualquier intento de intervenir en las decisiones de la Reserva Federal podría tener graves consecuencias.
Frente a estos desafíos, el futuro de la economía estadounidense genera preocupación. Aunque Estados Unidos tiene una fuerte capacidad económica, cómo resolver la enorme deuda, equilibrar las diferencias políticas y formular políticas económicas sensatas serán factores clave que determinarán si puede evitar una nueva crisis económica.