La gente siempre se asombra por la majestuosidad de los icebergs flotando en la superficie del mar, pero rara vez ve la enorme base que es difícil de imaginar bajo el agua. El éxito es similar: la brillantez que ves es solo una pequeña parte que emerge de la superficie; debajo de la superficie, hay innumerables noches sin que nadie se preocupe, la perseverancia de no rendirse a pesar de los errores repetidos, y la paciencia de pulir cada pequeño detalle hasta la perfección. Nadie tiene un éxito que sea un milagro que aparece de la nada, así como un iceberg no se forma de la noche a la mañana. Ese peso escondido en el fondo del mar es lo que realmente sostiene toda la deslumbrante confianza.
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La gente siempre se asombra por la majestuosidad de los icebergs flotando en la superficie del mar, pero rara vez ve la enorme base que es difícil de imaginar bajo el agua. El éxito es similar: la brillantez que ves es solo una pequeña parte que emerge de la superficie; debajo de la superficie, hay innumerables noches sin que nadie se preocupe, la perseverancia de no rendirse a pesar de los errores repetidos, y la paciencia de pulir cada pequeño detalle hasta la perfección. Nadie tiene un éxito que sea un milagro que aparece de la nada, así como un iceberg no se forma de la noche a la mañana. Ese peso escondido en el fondo del mar es lo que realmente sostiene toda la deslumbrante confianza.